Las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos arrojan sombras.
Una vez más, es muy probable que, a pesar de una brecha de varios millones de votos entre los dos candidatos, unos pocos votos en uno de los siete llamados estados indecisos (llamado "swing states") puedan en última instancia marcar la diferencia.
Esta disfuncionalidad del sistema electoral estadounidense es el punto de partida del inventario altamente crítico del sistema político estadounidense realizado por Steven Levitsky y Daniel Ziblatt. Los dos profesores de Harvard se dieron a conocer internacionalmente hace unos años gracias a su libro “Cómo mueren las democracias”.
Los autores no ocultan su visión escéptica del sistema de gobierno estadounidense. Lo ven en el “punto de ruptura”. Con la elección de Trump en 2016, Estados Unidos experimentó un “retroceso autoritario” que puso en duda los fundamentos de la república.
Desde el principio hacen una declaración alarmante: “Nuestras instituciones no salvarán nuestra democracia. Tenemos que tomar esto en nuestras propias manos."
Los primeros capítulos de este libro están centrados explícitamente en los EE. UU., sino que dan ejemplos de diferentes países (Francia, Tailandia, Hungría, España, Alemania) y épocas de cómo las diferentes estrategias políticas influyen y ponen en peligro los sistemas democráticos.
Cuando se trata de Estados Unidos, es interesante, incluso emocionante, rastrear bajo qué condiciones y qué motivaciones se creó la Constitución estadounidense, qué disputas, qué líneas de conflicto influyeron y moldearon decisiones importantes en la Constitución estadounidense hace más de 200 años. Recordé la perspicaz lectura de Jill Lepore: “Estas verdades. Historia de los Estados Unidos de América”, que causó sensación hace unos años.
Los autores disipan algunos de los mitos que rodean la redacción de la Constitución estadounidense y dejan claro cuán cuestionable es la narrativa tradicional de que la Constitución estadounidense es un modelo cuidadosamente elaborado para una república que funcione bien. Esta lectura oscurece el hecho de que la Constitución en realidad representa una historia de compromisos, concesiones y soluciones de segunda y fue moldeada esencialmente por dos factores: el papel de los estados más pequeños en la Unión y la institución de la esclavitud.
Es apasionante ver cómo el contexto en el que se creó la constitución en ese momento, contrasta cada vez más con los requisitos de una funcionalidad moderna de un sistema político debido a los acontecimientos y desarrollos de los últimos 200 años en los EE. UU. .
A lo largo de las décadas, han surgido varias disfunciones del sistema político cada vez más entrelazadas y cada vez peores, que han contribuido a la polarización institucional y societal del país.
Los autores citan el Senado como ejemplo central: la representación de cada estado con dos senadores, que no se basa en el tamaño de la población, significa que los estados más poblados como Nueva York o California están tan bien representados en el Senado como los estados menos poblados de Vermont o Wyoming. Los estados con menos del 20% de la población estadounidense pueden lograr una mayoría en el Senado y con sólo el 11% de la población pueden crear un bloqueo legislativo a través del sistema obstruccionista, llamado Filibuster.
El libro, muy instructivo, ofrece un análisis de la historia de Estados Unidos, no menos importante de la historia de los partidos, y especialmente de los cambios ideológicos de republicanos y demócratas. Es un análisis matizado del sistema político y no un ajuste de cuentas personalizado con Trump. Más bien, los autores citan a Esra Klein, quien dijo: “Trump no secuestró al Partido Republicano. Él lo entendió".
Por un lado, en una democracia siempre existe la posibilidad de la tiranía de la mayoría, razón por la cual las constituciones y los sistemas políticos que funcionan bien tienen instrumentos que limitan a la mayoría y protegen a la minoría. Sin embargo, los autores ven a Estados Unidos en una situación en la que estas instituciones que restringen a la mayoría han alcanzado ahora proporciones excesivas y se han convertido en una "tiranía de la minoría".
Según los autores, para ilustrar esto con un solo ejemplo, los republicanos pueden llegar al gobierno sin tener una mayoría nacional detrás de ellos. Por lo tanto, dado que no tienen los incentivos ni la presión para adaptarse a cambios fundamentales en la sociedad, como ocurre en otros sistemas, esta configuración institucional en realidad fomenta el extremismo republicano.
Estados Unidos, según los autores, debe democratizar sus instituciones, debe democratizar su democracia, y la reforma de la ley electoral es lo mínimo para ello.
Levitsky/Ziblatt hacen sugerencias muy específicas:
- - Registro automático de todos los ciudadanos mayores de 18 años, que les da derecho a votar, es decir, ya no es necesario el proceso especial de inscripción en el registro electoral y, por tanto, la posibilidad de instalar ciertos obstáculos a nivel de los estados. Además, el establecimiento de supervisión sobre el diseño de la ley electoral en los estados.
Nota: Es sorprendente que se tenga que pedir una reforma de este tipo después de muchos debates amargos en los casi 250 años de historia de Estados Unidos.
- - Facilitar el voto electrónico,
- - Fijar el día de las elecciones en domingo o feriado nacional para que las obligaciones laborales no impidan a nadie votar,
- - Abolición del colegio electoral, introducción del derecho de voto nacional, es decir, quien tenga más votos gana la presidencia,
- - Reforma del Senado para garantizar una representación más proporcional de los estados federados, tomando como ejemplo el Bundesrat alemán,
- - La abolición del sistema de manipulación (llamado Gerrymandering), que permite a los partidos adaptar sus distritos electorales a sus necesidades.
- - Abolir el sistema obstruccionista (Filibuster) en el Senado,
- - Abolición de las elecciones vitalicias para los jueces del Tribunal Supremo,
- - Eliminar el requisito de que tres quintas partes de los estados aprueben enmiendas constitucionales nacionales.
Los autores piden un movimiento de reforma democrática para generar la presión adecuada a través de movimientos de base.
Ninguna de estas ideas de reforma es nueva. Cada una de estas ideas ha sido discutida de vez en cuando durante las últimas décadas, pero ha faltado el amplio consenso político necesario para implementar cualquiera de estos cambios.
Ciertamente es apropiado ser escéptico sobre si, dada la profunda polarización social e institucional, se cumplirán las condiciones para un consenso mínimo para las reformas institucionales en el futuro. Crear estas condiciones es uno de los principales desafíos políticos internos para Estados Unidos. Las elecciones de noviembre mostrarán si existe la más mínima posibilidad de que esto suceda en el futuro previsible.
Die Tyrannei der Minderheit
DVA ISBN: 978-3421070036
La dictadura de la minoría
Editorial Ariel ISBN: 978-8434437715
Tyranny of the minorityViking ISBN: 978-0241586204