Gabriel García Márquez: Wir sehen uns im August / En agosto nos vemos

Das letzte Buch des Nobelpreisträgers
El último libro del Premio Nobel

La recepción de esta obra de casi 100 páginas de Gabriel García Márquez en el mundo hispanohablante, así como en Alemania, varía entre críticas entusiastas, por un lado, y un rechazo total casi brutal, por el otro. También se podría decir entre acrítico e injusto. Y resulta molesto cuando la crítica ignora por completo el hecho de que este libro fue escrito hace más de 25 años en un contexto cultural diferente.

El revuelo que ha levantado este librito, publicado en alemán por Kiepenheuer&Witsch bajo el título «Wir sehen uns im August», vendido como el último y desconocido manuscrito del autor, se debe a una acertada estrategia de marketing internacional. No es de extrañar que el nombre de García Márquez, llamado «Gabo» por sus amigos, siga fascinando hasta el día de hoy más allá de América Latina. Es de importancia secundaria que partes del libro actual se publicaron a finales de los años noventa.
Además, la historia literaria es rica en ejemplos de ùltimas voluntades de autores que no se cumplieron en el manejo de sus manuscritos; uno de los ejemplos más famosos es sin duda la desobediencia de Max Brod hacia su amigo Franz Kafka. De América Latina cabe mencionar a Roberto Bolaño con su gran novela 2666.
En el caso de García Márquez se convirtió en la "historia de una traición", una "traición" autodeclarada de sus hijos contra la voluntad expresa de su padre. Pero, se recurre a muletillas de argumentación. Si la demencia del padre impidió la revisión final y la terminación del manuscrito, tal vez este estado mental fue también la razón por la que el padre no era capaz de evaluar adecuadamente la calidad de su trabajo.
Sea como fuere, se tomó la decisión de publicarlo.

La historia en sí: La historia se centra en Anna Magdalena Bach, una mujer casada de unos 40 años que se ha asentado en la vida junto a su exitoso y respetado marido. Sólo su hija provoca inquietud en la vida familiar deslizándose cómodamente debido a su estilo de vida poco convencional, que contrasta con su firme intención de ingresar en un convento.

Cada año, desde hace ocho, Anna Magdalena viaja a una pequeña isla caribeña a varias horas de distancia para llevar flores a la tumba de su madre en el aniversario de su muerte. Esta rutina anual, sin sobresaltos, en una isla donde el tiempo se ha detenido, se ve ahora alterada. Durante una de estas visitas, que sólo duran medio día y una noche, Anna Magdalena, hasta entonces una esposa fiel, conoce a un hombre y asume un rol muy activa en una aventura no planeada. Disfruta y no se arrepiente, aunque el hecho de que su amante le deje un billete de 20 dólares en su libreta le cause una herida permanente de vergüenza y rabia.
Al mismo tiempo, sin embargo, se da cuenta de que fue este hombre quien le abrió los ojos a la realidad de su matrimonio. Un matrimonio Al mismo tiempo, sin embargo, se da cuenta de que fue este hombre quien le abrió los ojos a la realidad de su matrimonio. Un matrimonio «sostenido hasta entonces por una felicidad convencional que esquivaba las discrepancias para no tropezar con ellas, como se esconde la basura debajo de la alfombra».

Anna Magdalena espera con impaciencia su viaje anual. La casualidad se convierte en intención y en la búsqueda de la aventura anual. A veces tiene éxito. A veces fracasa.

En los años siguientes, la isla y ella misma cambian. La isla se convierte cada vez más en un destino turístico, y Anna Magdalena se percibe a sí misma, a su familia y a su marido de forma diferente. Esto la lleva también a la hora de la verdad, al menos en la medida en que descubre la infidelidad de su marido.

Durante una de estas visitas anuales al cementerio, se sorprendió al descubrir que, aparentemente, un hombre también visita la tumba todos los años en el aniversario de la muerte de su madre. Anna Magdalena descubre el secreto de su madre y ahora sabe por qué su madre quería ser enterrada en esta isla. Se da cuenta de que está siguiendo los pasos de su madre en dos sentidos. De esto saca una conclusión que no debería revelarse.

Estoy bastante seguro de que si este texto, por inacabado e inmaduro que parezca en algunas partes, se hubiera presentado a un lector interesado en la literatura latinoamericana sin nombrar al autor, la respuesta habría sido clara: ¡Es de García Márquez!

En resumen: Me alegro de que se haya publicado este librito. Está lleno del "sonido Gabo". Y eso es lo que hace que su lectura sea tan agradable y placentera. Lo que García Márquez habría hecho con este texto en plena posesión de sus facultades creativas queda abierto a la especulación. Yo, desde luego, he disfrutado leyéndolo.

Es una pena que esta voz de la literatura latinoamericana callara hace años.
Hacía tiempo que esperaba, y corrían rumores en este sentido, que García Márquez estuviera trabajando en otros volúmenes de su autobiografía. Por desgracia, solamente el primer volumen, publicado en en 2002 con el título "Vivir para contarlo", llegó a publicarse.

Los dos hijos coquetean un poco con la «historia de una traición». Sospecho que los dolores fantasmas asociados a esto pueden hacerse soportables a la vista de los millonarios ingresos de esta publicación.

Una nota final: uno de los hijos, Rodrigo García, ha escrito un pequeño libro, "Gabo y Mercedes: una despedida". Lo presentaré acá en las próximas semanas.

Wir sehen uns im August

Kiepenheuer&Witsch, ISBN 978-3462006421

En agosto nos vemos

Literatura Random House, ISBN 8439743076

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